miércoles, 24 de septiembre de 2008

ME ESPERABA OTRA COSA...

Y es que la publicidad, las cajas de comida, las latas...a veces son realmente engañosas. El otro día compré una pasta de meter al microondas que tenía una pinta cojonuda, y cuando la abrí era realmente horrible. Digamos que si hubiera vomitado encima la cosa tendría mejor aspecto.
Busqué en internet y hay miles de casos. Encontré una página donde salen cantidad de productos con semejante desilusión.Por ejemplo, esta apetitosa cheeseburger.




O este hermoso plato combinado.


Pero la gente que se ocupa de el diseño de las cajas ha ido demasiado lejos, no se han ceñido a la comida, y han estado jugando con las ilusiones de los más pequeños como si fueran una pelota de ping pong. No hay más que ver la mirada perdida de éstos dos niños, la desolación, ilusiones rotas que se desvanecen, pensaban que podrían tirase por el tobogán a toda velocidad, invitar a sus amigos a su parque acuático personal, pero estaban confundidos por la maldita fotografía.


Si quereís ver muchos más ejemplos de cajas de comida engañosas darle aquí.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pobres nenes, el sentido de la proporción todavía no lo tienen desarrollado. Y sus padres, se hacen los locos con semblante serio e indignados, pero sonríen cómplicemente nada más entrar en el lecho matrimonial.

Pere Koniec dijo...

jajajaja...terrible momento infantil: las primeras decepciones de un niño ante un juguete!

David Aames dijo...

El choque ante la realidad de un chavalín imberbe.