Resplandeciente doblaje

Empieza la película, a través de planos aéreos una cámara sigue a un coche a traves de unos parajes que te cagas durante unos minutos. Todo es idílico, hasta que uno de los personajes abre la boca. Es Jack Torrance, en su cara no se percibe nada, pero su voz es la de alguien que se ha fumado muchos canutos mientras doblaba la película y en momentos tensos de la película mantiene ese tono de voz. Apostaría a que su doblador es el mismo que el de uno de los personajes de "Como humo se va" de Cheech y Chong.Hacía mucho que no veía El Resplandor y no recordaba que lo peor estaba a la vuelta de la esquina, un chillido, ¡¡Veronica Forqué!! . Esto completaba el episodio más triste de la historia de los doblajes...
Y vuelvo a la película en sí misma. Es muy grande. El terror intuído, implícito en los pasillos, salones, que a pesar de muchas veces no mostrar nada, lo enseña todo. La historia, los brotes de locura que se interrumpen con momentos de lucidez, y que provocan el miedo de no saber si es que el personaje a veces es malo y otras es bueno, o si siempre es malo y solamente disimula. Los pasillos interminables recorridos a triciclo con la incertidumbre de encontrarte algo a la vuelta de cada esquina cuando en cambio en la mayoría de las veces no hay nada. La nada, que te hace pensar que justo antes de que tu mirases si lo había, y ahora se esconde tras una puerta.Quién sabe, quizás tras la puerta de la habitación 237.
Una de las grandes películas de su género, que queda inevitablemente teñida por su espantoso doblaje. Supongo que es del tipo de películas que el doblador no las ve mientras las dobla, sólo lee el texto en un período de tiempo indicado, y por eso a estas alturas y considerando la película que es, es absolutamente esencial ¡QUE SEA DOBLADA SOBRE EL DOBLAJE ANTERIOR! cual tira de papel higiénico.

¡Ah! y ahí va una escenilla curiosa